La familia Hernández lleva desde 1927 especializada en la fabricación de mosaicos hidráulicos, fundando la primera fábrica de mosaicos de Lora del Río, localidad conocida por sus “loseteros”, debido al alto número de artesanos especializados en este tipo de trabajo que tuvo históricamente. Luis Hernández… pertenece a la tercera generación de “loseteros” de su familia y sigue elaborando las piezas con técnicas artesanales, tal y como se realizaban hace 100 años.

Aunque la parte principal del proceso se hace de forma totalmente tradicional, para otras han incorporado maquinaria actual, como prensas hidráulicas más avanzadas y cómodas de utilizar.

El proceso de elaboración de sus piezas comienza con la fabricación de pastas de color, utilizando cemento blanco o gris (dependiendo de la tonalidad que se quiera conseguir) y añadiendo el pigmento del color que se quiera fabricar. Para el reverso de los mosaicos, se elaboran dos pastas de cemento con arena, una seca y otra húmeda. Los diseños demandados se elaboran en moldes que reciben el nombre de “trepa”. Una vez fabricados los mosaicos, se sumergen en un tanque de agua durante un día y después se sacan, se dejan secar y quedan listos para instalar.