Carretera Nacional Sevilla-Huelva, km. 595 – 21890 Manzanilla
En Rústicos El Barrero realizan ladrillos y otros elementos cerámicos artesanales tradicionales, válidos tanto para restauración como para obra nueva, y con aplicaciones en muros, solerías, revestimientos, etc.
Se sirven de una cantera propia de su familia, situada en las cercanías de Manzanilla. Toda la… molienda de la tierra y el amasado del barro lo realizan de forma artesanal, con una adaptación de una azada motorizada para agricultura. Una vez alcanza el barro la consistencia óptima, lo vierten de forma manual en moldes metálicos con las medidas deseadas y los dejan secar para, posteriormente, almacenarlos o distribuirlos.
En ocasiones, sobre todo en obras de restauración, es necesario replicar las dimensiones y características de los elementos originales como ocurrió en las obras de restauración de la bóveda de la Catedral de Sevilla y en los trabajos de reconstrucción del Yacimiento Arqueológico de las Ruinas Romanas de Itálica.
Algunas de sus piezas son solerías artesanales para su uso en zócalos o en forjados de madera, ladrillos curvo para revestir y embellecer pilares circulares, molduras labradas para zócalos, mochetas y otros resaltes y terminaciones, y ladrillos en pecho de paloma, usados especialmente para terminaciones en marquesinas, balconeras y chimeneas, entre otros.
La Empresa ha sido reconocida por la Consejería de Turismo y Comercio con el distintivo “Andalucía Calidad Artesanal” y por la Junta de Andalucía con el distintivo de “Patrimonio Inmaterial de Andalucía”. En el 2018 fue finalista de los premios “Andalucía Artesanal”, finalista en los premios de “Andalucía Emprende” y finalista en los premios nacionales 2019 “Ciudades de la Cerámica”
Pedro Ávalos Torres pertenece a la cuarta generación de una familia de ladrilleros. Desde la época de su bisabuelo la familia regentó una fábrica de cerámica en Puebla de Cazalla. Con 13 años comenzó a trabajar en la fábrica familiar, donde comenzó su aprendizaje del… oficio de la mano de su padre, D. Manuel Ávalos Andrades. Durante la crisis se vieron obligados a cerrar la empresa y en 2004 Pedro decidió iniciar un nuevo proyecto, dedicado a la fabricación completamente artesanal del ladrillo rústico, conocido vulgarmente como “ladrillo de taco”.
Su hijo Raúl Ávalos Reinoso está aprendiendo el oficio ahora.
Su material se ha empleado en la rehabilitación de obras tan emblemáticas como la Bóveda de la Catedral de Sevilla o en el yacimiento arqueológico de las Ruinas de Itálica (Santiponce, Sevilla).