C/ Montseny, 44 – 17740 Vilafant
Pere Viñas Abella es un maestro de la construcción tradicional de Figueres, la capital del Alt Empordà.
Es uno de los más destacados especialistas en construcción de bóvedas catalanas o tabicadas de nuestro país, y las ha realizado con múltiples trazados, luces y composiciones, tanto en… escaleras como en otros elementos estructurales. Además, domina multitud de técnicas tradicionales de albañilería para la realización de muros, arcos, bóvedas, solados, etc.
Entre los trabajos de construcción que realiza se encuentran la ejecución de cimientos con mortero ciclópeo y cantos rodados, los muros de piedra con diversos tipos de aparejos, los morteros de cal en distintas aplicaciones en muros y revestimientos, el aislamiento de paredes con cal y cáñamo, los suelos continuos de yeso, etc.
Pere Viñas comenzó con tan solo 13 años como aprendiz de Jesús Costa Nicolau, de Costa Construccions, empresa para la que aún trabaja. Ha estudiado también delineación y dibujo, y asistido a cursos de obra, confección de maquetas a escala y técnicas administrativas.
Además de desarrollar su actividad profesional, Pere Viñas se dedica a la difusión y la enseñanza de las técnicas de construcción que domina e imparte cursos en el Projecte Greta.
– Casa de pescadores en L’Escala (Gerona): en el interior destacan los lunetos de la bóveda principal a “carpanel” también llamada “de tartana”, con juntas encintadas con cal, y el suelo continuo de yeso de “Albarracín”.
– Mas Roquer en Rabós d’Empordà (Gerona): destaca por la… diversidad y la variedad de arcos y bóvedas realizados en ella, así como los enlucidos de cal y la bóveda vaída o de pañuelo, que cuenta con un lucernario redondo en la parte central.
– Torre Can Feliu en Camallera (Gerona): reforma de muros con mortero de cal hidráulica y escalera interior de la torre. En el interior de dicha torre, además, se llevaron a cabo enlucidos de cal y la cimentación de la misma.
– Bóvedas catalanas en Aguasblanquillas (Jaén): se trata de una serie de bóvedas atirantadas de 5 metros de luz. Entre una bóveda y otra se dejaron unos pasos a modo de lucernarios.