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Ricardo Mediavilla es herrero forjador. Sus trabajos los realiza en fragua de carbón, en un proceso completamente manual y sin maquinaria moderna. Utiliza distintos tipos de acero, en función del elemento a trabajar. La técnica empleada sigue siendo la de forja por extrusión directa tradicional, combinando el martillo de ballesta y la herramienta manual (martillo manual, tajadores, degüello, punzones…etc), así como los oportunos tratamientos finales (temple).
Su actividad ha estado siempre vinculada con el sector industrial y el de la construcción. En el ámbito industrial, su trabajo se centra en la fabricación de tenazas para forjas, laminaciones y fundiciones. Se trata de útiles muy específicos en cuya elaboración es especialista. En el ámbito de la construcción, ha realizado diversos trabajos de rejería para edificios particulares y ocasionalmente públicos, así como restauraciones de elementos de forja. Relacionado también con la construcción, y más concretamente con los útiles a ella dedicados, Ricardo recupera punteros dañados de martillos compresores.
A lo largo de su trayectoria profesional, Ricardo ha colaborado con el Museo Easo de Irún y el Museo de Máquina Herramienta en Elgoibar, realizando tanto reproducciones de elementos de hierro como exhibiciones de forja.
El aprendizaje lo realiza de la mano de su padre Ricardo Mediavilla, iniciándose en el mundo de la forja a la edad de 14 años de la mano de su padre en la empresa Patricio Echeverría (hoy, Bellota Herramientas) donde trabajó durante más de dos décadas.
Durante el tiempo que trabajó en la empresa Patricio Echeverría, y enmarcado en las actividades de la misma, Ricardo impartió durante algunos meses lecciones de forja a alumnos de la Escuela Taller de Legazpi, con motivo de los trabajos de restauración de los balcones del Palacio Vicuña.
Entre sus trabajos, destacan los relacionados con la elaboración de tenazas para el sector industrial.
En la actualidad, Ricardo es el encargado de la elaboración de la clavetería y los herrajes de la reconstrucción de la Nao San Juan en el puerto de Pasajes.
Entre los trabajos específicamente de edificación, destaca la restauración de los balcones del Palacio Vicuña, y diversos encargos particulares de barandillas, rejería, etc.