Av. Carretera, 53 – 43777 Els Guiamets
Manel y Jordi provienen de una familia con una antigua tradición en el trabajo del cañizo. Para no perder dicha tradición, han transmitido los conocimientos de padres a hijos.
Realizan techos y cañizos para almacenar frutos. Tratan la caña desde el inicio hasta el final del proceso. Lo primero que hacen es talar la caña común en las noches de luna vieja durante los meses de diciembre, enero y febrero, en la zona del barranco de su pueblo, Els Guiamets. Dejan las cañas apoyadas y de pie en árboles para que se sequen, y a partir de mitad de primavera estas cañas están listas para empezar a trabajar. Los techos de cañizos están formados por pilares hechos con caña, que sostienen la superficie de cubierta formada por cañas tejidas. Las cañas que hay que tejer se abren longitudinalmente, dividiéndose en dos, con la ayuda de badadors o rajadores. Antes de tejer, estas cañas se mojan para que se puedan trabajar y, una vez tejido el cañizo, se deja secar al sol. A continuación, se traba el cañizo con parejas de cañas. Por último, se remata con una tira de caña en las dos puntas haciendo una cruz para que no se suelten las cañas tejidas.
Las herramientas que utilizan Jordi y Manel son: el hacha para cortar la caña, la hoz para limpiarla, y otros aparatos manuales como tijeras o rajadores. La única innovación que Manel ha conocido han sido los rajadores de hierro, que anteriormente solo había conocido en madera.
Han aprendido el oficio por la transmisión del conocimiento durante cinco generaciones en su familia.
Manel y Jordi han impartido pocas sesiones de formación, pero destacan que han sido siempre muy gratificantes para ellos y que están dispuestos a seguir ofreciendo su saber a quien se interese.
El trabajo que realizan normalmente se utiliza para techos o para el secado y la conservación de frutos y verduras.